viernes, 10 de octubre de 2008

Ultimas Noticias sobre la Crisis Financiera Global!

Ni Latinoamérica, Ni Asia, Ni Europa se salvan del VORTEX creado por Wall Street!

Nueva jornada de vértigo de los mercados

Las bolsas asiáticas y europeas se desploman arrastradas por el pánico en Wall Street

(IAR Noticias) 10-Octubre-08

La debacle mundial del sistema capitalista continúa y nadie sabe cual es el piso del colapso: La peor crisis financiera de los últimos 80 años (luego de que el jueves Wall Street sufriera su peor caída desde el 11-S) ha provocado una nueva jornada de vértigo y pánico en Wall Street y en las bolsas europeas y asiáticas que sufren pérdidas estrepitosas este viernes.

Informe
IAR Noticias


El miércoles, los bancos centrales imperiales de EEUU y la UE abrieron un nuevo “frente de batalla” contra la crisis financiera al reducir en forma simultánea las tasas de interés a corto plazo. La medida, sin embargo, no calmó los nervios de los inversionistas.

En sintonía con Wall Street, el pánico contamina este viernes a los mercados finacieros de Asia y Europa. Después de un día negro en Estados Unidos, Europa y Sudamérica, las bolsas de Japón y Australia abrieron con una fuerte caída de las principales acciones.

En línea con lo que pasó durante el día jueves en EEUU y Europa, el Nikkei abrió el viernes con una baja del 10,87% en Japón. En Australia, en tanto, se desplomó un 7,4% en las primeras operaciones.

La Bolsa de Tokio cerró con un declive de 9,62%, tras suspender brevemente algunas cotizaciones a futuro, y el Nikkei tuvo su mayor caída desde el crac de octubre de 1987.

La inyección fresca de 45.500 millones de dólares en los mercados monetarios japoneses no logró detener la hemorragia, y la crisis se cobró su primera víctima en Japón, la aseguradora Yamato Life Insurance, que declaró la bancarrota.

De esta manera el índice Nikkei se ubicó por debajo de los 9.000 puntos por primera vez en más de cinco años. En Sydney, en tanto, el mercado se desplomó un 7,4 %.

Lo mismo ocurre con la plaza de Hong Kong. Allí el índice de referencia, el Hang Seng, arrancó la jornada del viernes con pérdidas del 7,7%.

Wall Street se desplomaba este viernes tras la apertura y el índice S&P 500 caía por debajo de los 900 puntos presionado por los temores a que la crisis crediticia pueda llevar a la economía mundial a una recesión.

A las 13:45 GMT, el promedio industrial Dow Jones caía un 4,68 por ciento a 8.167,92 unidades, recuperándose de su caída inicial de casi el ocho por ciento. Mientras, el más amplio Standard & Poor’s 500 se depreciaba un 4,06 por ciento a 871,99 puntos.

Por su parte, el selectivo tecnológico Nasdaq Composite bajaba un 2,58 por ciento a 1.604,22 unidades.

Las bolsas de Europa tampoco pueden despegarse y este viernes muestran caídas históricas en sus cotizaciones.

El Ibex de Madrid (-5.57%) moderaba las pérdidas una hora y media después de la apertura, hasta situarlas en un 6%. El índice ya perdió el jueves la barrera psicológica de los 10.000 puntos por primera vez en tres años y ahora se acerca a la barrera de las 9.000 unidades.

El resto de plazas europeas también se desplomaban en los primeros minutos de negociación, aunque más tarde moderaban en parte los retrocesos.

El FTSE (-205.41 / -4.76%) de Londres y el Dax Xetra (-347.84 / -7.12%) de Francfort llegaron a caer más del 10%, mientras el Cac (-206.85 / -6.01%) de París retrocedió en los primeros compases un 8%.

La Bolsa de Londres se hundía más de 10% antes de recuperarse levemente, la de Fráncfort también se desplomaba más de 10% antes de reducir la sangría y la Bolsa de París perdía un 9,68%. La Bolsa de Madrid retrocedía un 7,85%.

Los mercados bursátiles, de Tokio a Londres, sufrieron nuevas caídas de vértigo antes de una reunión clave de los ministros de Finanzas del Grupo de los Siete países más industrializados (G7) esta tarde en Washington.

Justin Urquhart-Stewart, director de marketing de Seven Investment Management, con sede en Londres, dijo que el mundo se enfrenta en este momento a una “tormenta perfecta” con un sistema bancario en crisis y una economía mundial en dramática desaceleración.

“La conjunción de estas dos cosas está creando algo profundamente desagradable”, indicó.

Wall Street cerró el jueves en el nivel más bajo desde agosto de 2003, perdiendo más de 600 puntos y la línea psicológica de los 9.000 puntos.

La bolsa estadounidense acumula así su peor periodo desde hace siete décadas, desde 1937, antes de la Segunda Guerra Mundial.

El derrumbe de los mercados se fraguó en la recta final de la sesión, cuando surgió el rumor de que algunos fondos apalancados estaban teniendo problemas con la financiación, entre ellos, los hedge funds. Las ventas volvieron a ser masivas y ordenadas, probablemente, desde grandes inversores institucionales.

Wall Street encadenó su séptima sesión consecutiva en números rojos desde el pasado 3 de octubre ( cuando la Cámara de Representantes de EEUU diera su visto bueno al plan de rescate financiero diseñado por el secretario del Tesoro, Henry Paulson, que cuenta con 700.000 millones de dólares para la adquisición de activos ilíquidos, además de un importante recorte fiscal), y ha cerrado por debajo de los 9.000 puntos por primera vez desde 2003.

Además, el deterioro del Dow Jones se está produciendo con una rapidez que asombra a los analistas más veteranos de Wall Street, pues el pasado 26 de septiembre cerró por encima de los 11.000 puntos y el 3 de octubre por encima de las 10.000 unidades.

Por su parte, el mercado Nasdaq, donde cotizan la mayoría de las empresas de tecnología e informática, perdió 95,21 puntos (-5,47%) hasta 1.645,12 unidades, mientras que el selectivo S&P 500 retrocedió 75,02 puntos (-7,62%) hasta 909,92 unidades, un año después de que alcanzara un récord de 1.565,15 puntos.

En España, el Ibex 35 cayó en la jornada de este jueves un 3,8%, para quedarse en los 9.902,90 puntos, su mínimo desde julio de 2005, en una jornada en el que todas bolsas europeas registraron fuertes caídas a raíz del anuncio del director gerente del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn, sobre la posibilidad más que cierta de una “recesión global” en 2009.

Los precios del petróleo cayeron este viernes a su nivel más bajo en lo que va de año, como consecuencia del temor a una recesión económica mundial.

El precio del petróleo estadounidense del tipo de referencia West Texas Intermediate (WTI) para entrega en noviembre bajó en la mañana del viernes en el comercio asiático a US$ 82,41 el barril (159 litros), US$ 4,18 menos que al cierre del mercado el jueves.

El crudo Brent del Mar del Norte, de referencia en Europa, se abarató a US$ 3,71 s, para ubicarse en US$ 78,95.

Los operadores temen que la economía mundial pueda sumirse en una recesión a causa de la persistente crisis financiera, lo que traería consigo un descenso de la demanda de petróleo.

Además, son cada vez más los inversores que se retiran de los mercados del petróleo para depositar su dinero en puertos más seguros, como los bonos de Estado de países que gozan de una buena salud económica.

Los ministros de Finanzas de las siete principales economías del mundo se preparan para reunirse en Washington como parte de las iniciativas adicionales que se están coordinando para hacer frente a la emergencia.

El gobierno de EEUU evalúa respaldar temporalmente la totalidad de los depósitos bancarios si las condiciones económicas continúan empeorando, una medida que marcaría otro paso sin precedentes en la carrera de las autoridades para contener la crisis financiera.

El Fondo Monetario Internacional (FMI), que celebra el fin de semana su asamblea anual junto al Banco Mundial, llamó a los gobiernos a trabajar juntos, y reactivó sus préstamos de emergencia, utilizados por primera vez para rescatar a economías en problemas durante la crisis financiera asiática en 1997.

Funcionarios estadounidenses indicaron en Washington que el país podría seguir los pasos de Gran Bretaña y comprar acciones de preferencia en bancos en dificultades, nacionalizándolos parcialmente, en un intento por aumentar la liquidez en los mercados crediticios.

Marc Chandler, analista de Brown Brothers Harriman, dijo que a pesar del negro contexto, el G7 aún cuenta con varias opciones.

“Hay una creciente especulación de que la reunión del G7 puede resultar en otra gran medida, que es la garantía de todos los préstamos interbancarios”, dijo.

Una ola de recortes de emergencia de las tasas de interés, paquetes de rescate y masivas inyecciones de capital en los flujos monetarios no han logrado contener el pánico.

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Viernes Negro: Wall Street vuelve a cerrar nuevamente con Perdidas!

Alarma mundial

Potencias bajo presión: EEUU y el G-7 en emergencia

(IAR Noticias) 10-Octubre-08

Informe especial
IAR Noticias


El crash y las vísperas

Con el derrumbe mundial de los mercados financieros, la mayor caída de los precios de las materias primas en 50 años y la crisis bancaria que se expande como una epidemia desde las potencias centrales a los países de la periferia, el sistema capitalista trasnacionalizado ingresó en un colapso generalizado que ha desatado la alarma a escala global.

Cada jornada es un vértigo que conduce a un desenlace que parece inevitable: Recesión con suba de precios, baja del consumo y desempleo masivo.

Técnicamente, el sistema financiero imperial (USA-UE) está en un “crash”: La recesión con suba de precios, baja del consumo y desempleo masivo ya se proyecta por todas las variables de la economía real con los peores pronósticos de los analistas y las autoridades mundiales.

Las medidas 1 y 2 de los bancos centrales imperiales (plan de rescate financiero y baja de tasas) resultaron impotentes para detener el pánico y la fuga del dinero efectivo de los mercados con sus efectos inevitables: Crisis del crédito y desaceleración de la economía (piedras basales de la “estanflación” que ya comienza a expandirse por todo el planeta).

Más allá de las condiciones objetivas, del análisis concreto de la realidad, hay una “psicologización” de la crisis.

Como dicen los expertos: Hay “furia vendedora” compulsiva en los mercados.

Lo único que se aprecian y se valorizan son los “activos en efectivo” (dinero contante y sonante, en especial dólares USA) mientras las acciones, bonos, títulos, los cadáveres de la “burbuja financiera”, se apilan en los sótanos de los gigantes financieros quebrados.

Hay coincidencia generalizada entre analistas y autoridades sobre dos puntos: El sistema financiero internacional está definitivamente colapsado y EEUU (la potencia económica locomotora del Imperio “unipolar”) ya ingresó a un proceso recesivo.

Y hay dos puntos que todavía no están claros: Cómo se va a proyectar el colapso financiero y crediticio en la economía real a escala mundial, y que harán EEUU y las potencias centrales para controlar y/o detener una crisis global que los alarmistas presentan como el “ocaso del dólar y del Imperio USA”.

Por ahora, ninguna receta parece viable para contener el pánico y la sangría “vendedora” de los mercados.

Este fin de semana, en el “peor de los escenarios” de la crisis, EEUU y las potencias mundiales inician una nueva contraofensiva para “recrear la confianza” entre los “inversores” que hoy huyen despavoridos de los mercados.

Los analistas están escépticos: La crisis está “psicoanalizada” y la paranoia puede más que cualquier medida lógica que puedan instrumentar las potencias este fin de semana..

Sólo una medida la podría parar (a la paranoia), señalan: Un largo feriado bursátil y bancario a escala global.

Cerrar temporariamente los bancos y los mercados financieros: Es mejor (y más saludable para la preservación del sistema) que el escaso dinero en efectivo que aún queda circulando emigre hacia los colchones y las cajas fuertes de los empresarios y especuladores capitalistas en “shock” de pánico.

Imposible de imaginar, pero la dinámica de la crisis (y el peligro de vaciamiento monetario) puede vencer todos los pronósticos. El sistema capitalista (todavía) no está maduro para el suicidio, y todas las opciones, por más descabelladas que parezcan, son válidas.

Y no hay que olvidarse de dos datos claves:

A) Mientras la crisis “seca” de activos los mercados, parte de esos activos pasan a registrarse como ganancias multimillonarias de los gigantes bancarios que se engullen a otros gigantes quebrados y derrumbados por el colapso financiero.

B) Mientras la crisis se devora al sistema financiero imperial, los bancos privados que conforman la red de bancos centrales de Europa y EEUU realizan un festín de negocios con los créditos y el rescate de las entidades quebradas, en operaciones garantizadas por el Estado.

En resumen, y probado por la práctica, el sistema por un lado se cae, y por otro se recicla (la conversión de las “crisis” en nuevos ciclos de rentabilidad capitalista).

Lo que no evita un emergente final: El impacto social de la crisis con suba de precios, desempleo masivo, huelgas y estallidos sociales a escala global.

Ese es (la crisis financiera a la larga o a la corta es controlable) el “verdadero peligro” que les está quitando el sueño a EEUU y las superpotencias del capitalismo imperial.

Potencias bajo presión

La debacle mundial del sistema capitalista continúa y nadie sabe cuál es el piso del colapso: La peor crisis financiera de los últimos 80 años (luego de que el jueves Wall Street sufriera su peor caída desde el 11-S) está provocando una nueva jornada de vértigo y pánico en las bolsas europeas y asiáticas que sufren pérdidas estrepitosas este viernes.

El miércoles, los bancos centrales imperiales de EEUU y la UE abrieron un nuevo frente en su “batalla” contra la crisis financiera al reducir en forma simultánea las tasas de interés a corto plazo. La medida, sin embargo, no calmó los nervios de los inversionistas.

Funcionarios estadounidenses indicaron en Washington que el país podría seguir los pasos de Gran Bretaña y comprar acciones de preferencia en bancos en dificultades, nacionalizándolos parcialmente, en un intento por aumentar la liquidez en los mercados crediticios.

Marc Chandler, analista de Brown Brothers Harriman, dijo que a pesar del negro contexto, el G7 aún cuenta con varias opciones.

“Hay una creciente especulación de que la reunión del G7 puede resultar en otra gran medida, que es la garantía de todos los préstamos interbancarios”, dijo.

Una ola de recortes de emergencia de las tasas de interés, paquetes de rescate y masivas inyecciones de capital en los flujos monetarios no han logrado contener el pánico.

“Estamos al borde de una recesión global”, advirtió el jueves el titular del FMI, Dominique Strauss-Khan, que instó a adoptar medidas conjuntas porque “no existe una solución nacional” para esta crisis.

La debacle indetenible del sistema financiero (proyectado desde las naciones centrales hacia la periferia) ya desató la alarma mundial, y este fin de semana, ministros de Economía de todo el mundo se reunirán en el encuentro anual del Fondo y el Banco Mundial.

Los mercados bursátiles volvieron a desplomarse el viernes, primero en Asia y después en Europa, alarmados por el derrumbe de Wall Street, pocas horas antes de una reunión crucial de los ministros de Finanzas y los gobernadores de los bancos centrales del G7.

Este nuevo hundimiento de los mercados aumenta la presión sobre la reunión de ministros de Economía y Finanzas y de gobernadores de los bancos centrales de los siete países más industrializados (G7) que empezará en Washington a las 14H00 (18H00 GMT).

Hablarán “de las iniciativas de cada uno para luchar contra esta crisis y de los medios para reforzar nuestros esfuerzos colectivos”, señaló el secretario norteamericano del Tesoro, Henry Paulson.

Estados Unidos podría encontrarse en posición de acusado frente a los otros miembros del club (Alemania, Canadá, Francia, Gran Bretaña, Italia y Japón).

El presidente norteamericano, George W. Bush, hará una declaración a las 14H00 GMT para “asegurar a los estadounidenses que pueden tener confianza” porque “los responsables económicos están actuando enérgicamente de todas las maneras posibles para estabilizar nuestro sistema financiero”, informó su portavoz.

Según The Wall Street Journal, el gobierno de Estados Unidos evalúa respaldar temporalmente la totalidad de los depósitos bancarios si las condiciones económicas continúan empeorando, una medida que marcaría otro paso sin precedentes en la carrera de las autoridades para contener la crisis financiera.

La decisión, que sólo está en etapa de gestación, estaría dirigida a prevenir una mayor fuga de efectivo de las instituciones financieras, incluyendo bancos pequeños y regionales, algunos de las cuales empiezan a doblegarse ante la presión de clientes en pánico.

Antes de eliminar el límite sobre los seguros a los depósitos, muchas agencias gubernamentales tendrían que acordar que existe un “riesgo sistémico” para la economía y, de este modo, invocar una facultad legal raramente usada. Luego de los reiterados esfuerzos de las últimas semanas para apuntalar los bancos, algunos reguladores piensan que la medida se justifica, precisa el Journal.

La semana pasada, el Fondo de Garantía de Depósitos de EE.UU., conocido como FDIC por sus siglas en inglés, utilizó por primera vez la cláusula del “riesgo sistémico” cuando acordó asumir pérdidas potenciales y ayudar a concretar la compra de Wachovia Corp. por parte de Citigroup Inc. El pacto se desmoronó el jueves, sin embargo, cuando Citigroup lo abandonó tras una áspera disputa legal con Wells Fargo & Co.

Ante la indetenible caída de las bolsas y los mercados finacieros, Japón, que preside este año el G8, se dijo dispuesto a convocar una cumbre extraordinaria de este grupo de grandes potencias si la reunión del G7 de Finanzas del viernes en Washington no ofrece soluciones a la crisis financiera mundial.

El primer ministro británico, Gordon Brown, también mencionó la posibilidad de reunir al G8.

La reunión del G7 de Washington el viernes estará seguida el sábado por un encuentro de los ministros de Finanzas y gobernadores de los bancos centrales de los países más ricos del G20, como Rusia, China, India y Brasil.

Los analistas de Wall Street son escépticos: Salvo nuevas “inyecciones de liquidez” en los mercados (que ya se mostraron impotentes para contener la crisis) difícilmente se pueda coordinar en pocas horas una acción coordinada de fondo entre las potencias, que ni siquiera se muestran capaces de consensuar una estrategia común para Europa.

¿Nueva “semana negra” de los mercados?

La prensa europea y norteamericana, este viernes, ya no creía en milagros.

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