La hora del 11-S financiero: El mensaje en clave del ataque “terrorista” en la India
IAR Noticias
27/11/08
La operación tuvo todos los ingredientes para conmocionar: Ataque sincronizado y a mansalva con explosivos y armas de última generación, perpetuado por un comando altamente especializado contra hoteles cinco estrellas de la India y lugares donde se reúne la crema de la crema de la política y el empresariado trasnacional. Primer mensaje: El “terrorismo” está vivo. Segundo mensaje: El “terrorismo” ataca los bastiones de la economía mundial. Síntesis: La economía planetaria puede colapsar. ¿Por la crisis? No, por culpa del “terrorismo islámico”.
La zona céntrica y turística de Bombay, la capital financiera de la India, se convirtió el miércoles durante varias horas en un infierno de gritos, corridas, sangre y sirenas de ambulancias y patrulleros, luego de que varios ataques coordinados y simultáneos, con ametralladoras y granadas de mano, impactaran en diferentes lugares claves de la ciudad.
El “blanco” y la metodología de atentado coincidió con la masividad del resultado destructivo conseguido: Más de 100 muertos, más de 250 heridos y decenas de rehenes tomados por los atacantes.
India no es extraña a ataques “terroristas” violentos de este tipo, pero los especialistas coinciden: Este último en Bombay luce mucho más sofisticado y mejor coordinado que la mayoría de los atentados ocurridos en años recientes.
El tipo de “blancos” del ataque sugiere que intentan minar la confianza en la economía local y alejar la inversión extranjera señalan con énfasis algunas agencias sin investigar ni analizar las “pistas” del atentado.
El primer mensaje (tácito), también contundente, parece no arrojar dudas: “El terrorismo está vivo”.
Y, como viene sucediendo desde el 11-S hasta aquí, la “reacción internacional” (en realidad reacción de los gobiernos y establishment de poder capitalista del mundo) se encargó de dejar en claro que el “terrorismo” es una amenaza global que hay que combatir como prioridad número uno.
Desde la Casa Blanca hasta la Unión Europea, la ONU, pasando por Rusia y los gobiernos de Asia, Africa y América, las “condenas” fueron unánimes y plantearon la necesidad de una mayor coordinación de la lucha contra las “organizaciones terroristas”.
Pero, y como en este nivel de operaciones de masacre sofisticada tipo comando, ejecutadas por fuerzas especiales “irregulares” no hay harina fundamentalista “terrorista-religiosa” (como vende el sistema) sino objetivos políticos, hay que empezar a evaluar e investigar, como hacen los criminólogos frente a un homicidio, en los posibles “beneficiarios” del ataque “terrorista”.
Primer axioma para que el “terrorismo” (desde el 11-S y más atrás) funcione como herramienta para conseguir objetivos políticos a escala global: Que la prensa masiva del sistema no analice (tal como sucede) causas, efectos y beneficiarios del “acto terrorista”. Cuando solo se busca a los “autores” (los ejecutores) y no se investiga causa y efecto (el objetivo político y el beneficiario) el acto “terrorista” queda reducido a una acción de “criminales irracionales”.
Ejemplo: Ni las autoridades ni la prensa internacional se interrogan cuál fue el objetivo político de la operación masacre en la India. Solo buscan al “autor”, y el autor invariablemente aparece (como siempre sucede) convertido en Al Qaeda o en alguna “organización fundamentalista islámica” conexa.
La mejor materia prima para que el “terrorismo” siga cumpliendo con sus objetivos políticos y manipuladores es que nadie se interrogue para qué sirve el “terrorismo” en la realidad práctica.
Así se inventó el fantasma Al Qaeda-Bin Laden para generar “terror mediatizado” con alto rédito para las políticas estratégicas de EEUU y Europa y un alto perfil de rentabilidad para las armamentistas (de la “guerra contraterrorista”) que hoy abrevan en un presupuesto mundial de US$ 1,2 billones.
Entonces, tenemos un primer nivel de “aprovechamiento y beneficio” de la masacre de la India: Un reciclamiento global de los “planes contraterroristas” (de los que participan todos los ejércitos y gobiernos del mundo) y una reafirmación doctrinaria de la “guerra contraterrorista” apuntalada por EEUU y Europa a nivel mundial.
El “terrorismo” está vivo
Así como un edificio necesita de un “mantenimiento constante” para preservar su estructura”, la “guerra contraterrorista” necesita de atentados y de “amenazas” constantes para mantener su operatividad y alimentar su mística doctrinaria internacional.
Como en el planeta capitalista ya no quedan guerras ni conflictos armados multiplicados (salvo Irak y Afganistán), los complejos militares industriales y las armamentistas suplen esa baja vendiendo tecnología y armas de última generación para “combatir al terrorismo” a escala mundial.
Los atentados “terroristas” (como el de la India) que se suceden secuencialmente están destinados a mantener viva a la maquinaria del negocio armamentista y a preservar a la “amenaza terrorista” como principal instrumento de manipulación para conseguir objetivos políticos y económicos.
El “terrorismo” ataca a la economía mundial
Pero, analizando el “blanco” de los atentados de la India (hoteles cinco estrellas que alojan a empresarios y representantes del establishment económico internacional) se detecta la búsqueda de un segundo objetivo central: Sembrar “terror” en el poder económico mundial.
Bombay, además de ser la capital financiera de la India, es uno de los símbolos más emblemáticos del desarrollo del capitalismo trasnacional en Asia. En las metrópolis de la India conviven los rascacielos, la tecnología y el confort capitalista de última generación con millones de seres humanos durmiendo y viviendo las calles en medio de aguas y desperdicios putrefactos.
El “terrorismo” en India (con ataques periódicos) reviste categoría de modulo experimental y “modelo exportable” a las grandes metrópolis de Europa y EEUU.
El mensaje del miércoles: Ningún empresario o ejecutivo del capitalismo transnacional está vacunado contra un “ataque terrorista” repentino en cualquier lugar del mundo donde se encuentre. Al Qaeda y el “terrorismo islámico” tienen la mira puesta en la economía: Buscan el “caos terrorista-económico-financiero” del mundo.
Bin Laden, Al Qaeda y sus “organizaciones islámicas” subsidiarias pueden invertir la lógica del “peligro”: El “tsunami terrorista” borra de la escena y desplaza de la atención mundial al “tsunami económico”.
La lógica del “caos terrorista-económico”
Junto con las bolsas y los mercados financieros se derrumbó la confianza en el “sistema”: Las potencias centrales han perdido la “gobernabilidad” económica y el proceso se dirige a una crisis social y política a escala global.
Hay caos económico producido por una crisis financiera que ya devino en crisis recesiva expandida tanto en los países centrales como en los países de la periferia emergente y subdesarrollada del mundo.
¿Qué necesita el sistema para desviar la atención de la crisis recesiva global que amenaza a la supervivencia de la rentabilidad capitalista a escala global?
¿Qué necesitan EEUU, la Unión Europea y sus bancos centrales que han venido fracasando sistemáticamente con todas las “inyecciones de liquidez” y los planes de “rescate financiero” en las metrópolis centrales?
¿Qué necesita Barack Obama y el equipo sionista que lo controla para evitar que la crisis económica le arruine la asunción presidencial, y para no seguir repitiendo las operaciones fallidas de Bush y el sionismo conservador con los “mega-rescates”?
Respuesta: Necesitan generar otra “crisis”, inducida y controlada, que tape y desvíe la atención de la crisis económica fuera de control.
En ese escenario, ¿Para qué sirve fundamentalmente la herramienta “terrorista” que reapareció el miércoles en la India?
En primer lugar, como módulo experimental para desviar la atención de una crisis mundial capitalista inmanejable, creando (por medio del “miedo al terrorismo”) un conflicto inducido y controlable que tape y distraiga la atención de la verdadera crisis.
El 11-S en EEUU detonó el miedo al “terrorismo social”, y la lógica de la “guerra contraterrorista” que vino detrás sirvió para justificar nueva invasiones militares y la lógica de un nuevo “enemigo mundial” que sirvió para legitimar nuevos proyectos de conquistas de mercados y de negocios capitalistas por el planeta.
¿De “terrorismo social” al “terrorismo económico”?
Esa es la tendencia (y señal) más clara que está marcando la operación “terrorista” en la India dirigida contra el empresariado y el poder capitalista trasnacional, citado por la prensa internacional como el “blanco” del ataque.
Al fijar los ojos en este “detalle”, la prensa internacional está marcando a su vez los escenarios de los próximos ataques y “amenazas terroristas” de Al Qaeda y las organizaciones fundamentalistas islámicas.
¿Un 11-S financiero? La lógica y los patrones funcionales de la CIA y las agencias europeas y estadounidenses con el “terrorismo islámico” dicen que sí.
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